Una vez realizada una investigación completa y detallada, junto con las entrevistas a las personas que frecuentan la plaza, notamos que lo que más hacía falta eran espacios para sentarse a la sombra. Además, notamos que los espacio tanto para jóvenes como para niños estaban tan mezclados, que ninguno de estos grupos podía desenvolverse cómodamente.
En primera instancia, propusimos tres proyectos fundamentalmente para solucionar el problema de la sombra en la plaza. Al ir a la plaza de la amistad, la gente no se siente cómoda pues debe estar en asientos sin respaldos, y para empeorarlo al sol.
De esta forma, propusimos:
1) Crear un techo para la pérgola, de manera que ésta proyecte sombra gran parte del día, y la gente pueda aprovecharla.
a) Con tablas que cubran todo el techo de ésta, de madera, pues el metal o el plástico aumentan el calor del espacio.
b) Con tablas de madera en diagonal, de forma que la mayoría del día proyecte sombra, tanto en la mañana, como a medio día, que es cuando más calor hace.
2) Crear respaldos para los asientos de la pérgola, ya que al tener un gran potencial como espacio de reunión, el estar ahí se haría mucho más cómodo si la gente pudiera apoyar su espalda y descansar. Estos respaldos serían de madera.
3) Crear juegos prácticos con neumáticos, como por ejemplo, una estructura a base de estos, en la que se pueda trepar, recorrer y esconder debajo, gracias a la sombra que proyecta; o un columpio del mismo material colgado de árboles de raíces grandes.
1) Un basurero “entretenido” que incentivara a los jóvenes a botar la basura de forma que la plaza quedara más limpia. Este, tendría un arco de básquetbol para crear una instancia recreativa al botar basura.
2) Complementar el asiento de media luna con nuevos asientos más pequeños, de forma que el espacio quedara más “cerrado” e íntimo para los jóvenes. Este espacio estaría decorado y pintado con graffitis para seguir el estilo del lugar.
La segunda idea fue la que más nos gustó. Pero además, le agregamos el concepto de la música callejera, la cual es muy importante dentro del estilo Hip Hopero que buscábamos. Queríamos hacer de esta instancia para conversar, un espacio más lúdico, en donde se generara música improvisada y recreativa.
Investigamos acerca de instrumentos que pudiéramos incorporar y descubrimos que los de percusión, como lo son los tambores, los bongoes, etc. se acercan mucho al estilo que buscábamos para el espacio personalizado de los jóvenes.
Finalmente, la idea final fue: ampliar el suelo del espacio en donde se encuentra el asiento de media luna, para así generar la sensación de “espacio privado” para los jóvenes que lo utilizan casi toda la tarde. Además agregar asientos más pequeños de concreto, los cuales tendrían incorporados unos pequeños tambores, de forma que al sentarse, estos quedaran perfectamente ubicados para comenzar a tocar improvisadamente. Por otra parte, incorporar al asiento hecho el semestre anterior, unos pequeños instrumentos para integrarlo al espacio. Y por último, instalar en un lado, dos tambores grandes, sin asientos, los cuales llamen la atención, y requiera querer ser tocados voluntariamente por algún joven. Todo esto con la idea final del pintar y decorar todo con colores y graffitis que sigan el estilo.
En primera instancia, propusimos tres proyectos fundamentalmente para solucionar el problema de la sombra en la plaza. Al ir a la plaza de la amistad, la gente no se siente cómoda pues debe estar en asientos sin respaldos, y para empeorarlo al sol.
De esta forma, propusimos:
1) Crear un techo para la pérgola, de manera que ésta proyecte sombra gran parte del día, y la gente pueda aprovecharla.
a) Con tablas que cubran todo el techo de ésta, de madera, pues el metal o el plástico aumentan el calor del espacio.
b) Con tablas de madera en diagonal, de forma que la mayoría del día proyecte sombra, tanto en la mañana, como a medio día, que es cuando más calor hace.
2) Crear respaldos para los asientos de la pérgola, ya que al tener un gran potencial como espacio de reunión, el estar ahí se haría mucho más cómodo si la gente pudiera apoyar su espalda y descansar. Estos respaldos serían de madera.
3) Crear juegos prácticos con neumáticos, como por ejemplo, una estructura a base de estos, en la que se pueda trepar, recorrer y esconder debajo, gracias a la sombra que proyecta; o un columpio del mismo material colgado de árboles de raíces grandes.
Estos proyectos fueron presentados, pero no iban totalmente de acuerdo con la investigación que habíamos hecho, que estaba más que nada focalizada a los jóvenes de la villa, a sus grupos y/o bandas, los lugares que frecuentaban, o cómo se expresaban a través de graffitis o rayados; es decir, inclinada mucho hacia la cultura del Hip Hop.
Por esto, nos enfocamos en una segunda parte, a ellos. Queríamos darles el espacio para expresarse libremente, sin la necesidad de invadir y destrozar el espacio para los niños pequeños. Queríamos ofrecerles un lugar dedicado a ellos, a sus intereses y a sus gustos.
Por eso, hicimos nuevas propuestas:
Por esto, nos enfocamos en una segunda parte, a ellos. Queríamos darles el espacio para expresarse libremente, sin la necesidad de invadir y destrozar el espacio para los niños pequeños. Queríamos ofrecerles un lugar dedicado a ellos, a sus intereses y a sus gustos.
Por eso, hicimos nuevas propuestas:
1) Un basurero “entretenido” que incentivara a los jóvenes a botar la basura de forma que la plaza quedara más limpia. Este, tendría un arco de básquetbol para crear una instancia recreativa al botar basura.
2) Complementar el asiento de media luna con nuevos asientos más pequeños, de forma que el espacio quedara más “cerrado” e íntimo para los jóvenes. Este espacio estaría decorado y pintado con graffitis para seguir el estilo del lugar.
La segunda idea fue la que más nos gustó. Pero además, le agregamos el concepto de la música callejera, la cual es muy importante dentro del estilo Hip Hopero que buscábamos. Queríamos hacer de esta instancia para conversar, un espacio más lúdico, en donde se generara música improvisada y recreativa.
Investigamos acerca de instrumentos que pudiéramos incorporar y descubrimos que los de percusión, como lo son los tambores, los bongoes, etc. se acercan mucho al estilo que buscábamos para el espacio personalizado de los jóvenes.
Finalmente, la idea final fue: ampliar el suelo del espacio en donde se encuentra el asiento de media luna, para así generar la sensación de “espacio privado” para los jóvenes que lo utilizan casi toda la tarde. Además agregar asientos más pequeños de concreto, los cuales tendrían incorporados unos pequeños tambores, de forma que al sentarse, estos quedaran perfectamente ubicados para comenzar a tocar improvisadamente. Por otra parte, incorporar al asiento hecho el semestre anterior, unos pequeños instrumentos para integrarlo al espacio. Y por último, instalar en un lado, dos tambores grandes, sin asientos, los cuales llamen la atención, y requiera querer ser tocados voluntariamente por algún joven. Todo esto con la idea final del pintar y decorar todo con colores y graffitis que sigan el estilo.
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