sábado, 28 de noviembre de 2009

Día Miércoles 25

Este día nos juntamos para decidir dos cosas que faltaban por hacer: si el tambor grande iba a estar o no inclinado. La idea inicial con respecto al tambor de mayor tamaño, era construir una estructura de metal para así ponerlo inclinado para que se crease una intención, para que los usuarios se sintieran invitados a tocarlo. La otra opción era fijarlo al piso, pero también teníamos que decidir cual sería la mejor manera para hacerlo. Diseñamos varias posibles estructuras y cotizamos cuánto nos saldría hacerla, pero sólo el tubo de metal sale 8.700 pesos, sin contar el precio que debíamos pagar para mandarlo a hacer, ya que no teníamos ni el conocimiento ni lo más importante, las herramientas para hacerlo. Además, por el tamaño del tambor, al inclinarlo quedaba incómodo para tocar y sólo podía ser tocado por una persona a la

vez. Así que, finalmente, decidimos no hacerlo.

En segundo lugar, había que pensar cómo instalar los xilófonos de la manera más segura posible y que afectara el sonido. Decidimos crear un cajoncito de madera donde poder introducir el cemento y así colocar los tubos dentro de éste.

Jueves 26

Paralelamente, nos preocupamos durante la semana sobre cómo conseguir las pinturas. Este día fuimos a cotizar las pinturas por primera vez en Easy, y nos dimos cuenta que la pintura era lo más costoso. Comprar un balde pequeño costaba aproximadamente 10.000 pesos (los colores más claros). Por lo que decidimos conseguirnos la mayor cantidad de pintura posible con nuestros familiares y amigos. Esta semana, estuvimos contactándonos con todos ellos para ver si nos podían dar algunas sobras de pintura.

Nos conseguimos esmalte al agua de diversos colores, sin embargo, si no nos llegara a alcanzar, tendríamos que conseguirnos más o comprar para poder terminar.

Sábado 28

Para comenzar rápidamente con el proyecto, decidimos comprar y cortar este día los tubos de metal, al igual que el cemento, e ir a cortar los pedazos de madera al taller de la universidad que necesitábamos para construir el cajón. Cortamos dos pedazos de 15 cm de ancho y utilizamos lo que sobró de madera como el tercer lado (el cuarto lado era un lado del asiento de colores).

Una decisión que tuvimos que tomar fue la de ver los distintos diámetros del xilófono y finalmente decidir cuál iba a ser el más apropiado de acuerdo al espacio en que las íbamos a colocar y dinero que disponíamos. Decidimos que el tubo de 2 pulgadas de diámetro era el más adecuado y lo cortamos en 4 partes: 1,6 - 1,53 - 1,46 - 1,41, ya que el tubo medía 6 metros. Además, compramos cemento para exteriores, un saco de 45 kilos que utilizaríamos para rellenar el cajón que sostiene el xilófono y pegar los ladrillos para armar el asiento.




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